De cómo un poco de pegamento casi deja calva a mi Barbie

El título de este post está inspirado en el doctor Mateo y es que he estado varios días "operando" la cabeza, o mejor dicho la cabellera, de mi nueva fashionista. Con mucho cuidado le he ido retirando poco a poco los últimos pedacitos de cola y al final se ha quedado perfecta.

Todo comenzó cuando el otro día mi chico me sorprendió con una de las barbies fashionistas que no tenía, no porque no me gustara sino porque con lo difícil que es elegir cuál sí y cual no, desojando la margarita de la indecisión a ella le tocó un "esta no (por ahora)".

Y es el que el "esta sí" se lo llevó primero la barbie fashionistas de la falda rosa y el top "be your self", que me gustó mucho por su pelo con mechas y su ropita. Y luego se vino conmigo la barbie del vestido de rombos con el volante de rayas, pues su outfit me encantó.

A pesar del mal rato, luce preciosa

Y la barbie de la falda de leopardo, que hace ya un tiempo que no la veo por ninguna parte, y la barbie de la falda rosa con flecos también me gustan mucho pero a ellas les tocó el "esta no (por ahora)".

Y digo por ahora porque no hay barbies feas y las fashionistas de 2015 son geniales. La que no tiene una sonrisa preciosa, tiene unos ojos maravillosos; o una ropita de ensueño o unos accesorios fantásticos. Y en lo referente a las que son barbies Barbie es muy difícil elegir sólo una, especialmente con los súper precios tentadores que me estoy encontrando este verano.

Pero voy al grano, ha sido para mi algo totalmente inesperado y que me ha hecho muchísima ilusión. Él sabía que me gustaban mucho sus accesorios y su outfit y de ver tiendas conmigo controlaba muy bien el precio de estas muñecas y de los packs de moda.

Así que cuando se la encontró de oferta quiso darme una alegría y se la trajo a escondidas hasta que me la dio por la noche tras cenar. Y vaya que si me alegré, tanto que abrí la caja de plástico con mucho cuidado para poder tocarla en ese mismo instante pero me resistí a la tentación de sacarla hasta el día siguiente porque quería hacerle fotos con luz natural, para publicar su revisión en el blog.

Y menos mal, porque lo que me encontré en su pelo fue de susto y esa noche estaba demasiado cansada para sustos y arreglos.

A la mañana siguiente yo estaba feliz como una perdiz cámara en mano preparando la review de mi nueva niña cuando de repente veo que tiene un pegote de pegamento enorme al final de la raya del pelo.

Me quedé de piedra, mi muñeca tenía un súper pegote de pegamento de aproximadamente 0.5 cm de longitud. Eso es mucho pegamento, especialmente si está en un lugar tan visible como es la raya del pelo.

Es normal encontrar algún pequeño resto de pegamento, pero algo diminuto apenas perceptible que se quita fácilmente. O pelusas o polvo y no pasa nada, con desvestir la muñeca y soplar un poco sobre ella se soluciona.

Han sido tres días de retoques una y otra vez hasta que por fin le he dejado el cabello libre de pegamento y ya la tengo lista para hacerle las fotos finales para su review.

Disculpad si las imágenes no tienen más calidad, pero con los nervios me faltaba pulso para sujetar mejor el móvil y hacerlas bien enfocadas a tan poca distancia.

Por eso he resaltado los pegotes de pegamento con flechas y el círculo, que encima es casi del mismo color que el pelo de esta niña.

Afortunadamente todo se quedó en un susto y aunque en otras circunstancias me habría planteado descambiarla por venir con un defecto de fabricación, dado que es un regalo especial aposté por intentar salvarla aún a riesgo de que se me quedara calva.

Ufff, si llega a caérsele el pelo a mechones me desmayo jajaja.

Muchísimas gracias por leerme, comentar y seguirme.

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Hasta pronto y ¡feliz colección!